A tu lado siento lo que sintió Colón
subido a ese barco
al avistar por fin un pedazo de tierra
descerrajando el horizonte.
Siento abrirse un nuevo mundo,
la tierra soñada,
un paraíso aún por explorar.
Me acerco a ti
y siento igual que Benedetti
al secarse las lágrimas del exilio,
en esa primera pisada de vuelta a Montevideo.
Reconozco de nuevo mi hogar,
ese lugar que es lo mismo que una casa
cuando le sumas los recuerdos de una vida.
Por tu boca viajó y allí obtengo
el mismo resultado que Galileo
al descubrir que no era plano,
que el amor era esférico y mágico,
y cometemos la herejía
de ser felices en tiempos tan oscuros.
Merecedores de las hogueras,
nos quemamos en las llamas
de este amor desobediente,
como todos aquellos que desafían
a las leyes de la normalidad
para encontrar la verdad en la pasión.
Y en mi día a día soy, por ti,
el hombre que mojó sus pies en las aguas del Nilo
viendo una civilización entera
hacer las más bella de las obras de la antigüedad:
el perfecto amor coronado en la pirámide,
el que han perseguido
todos los hombres y mujeres
desde el principio de los tiempos
hasta este momento, en esta habitación,
en que nos decimos todas las palabras de amor juntas,
sin pronunciar más frase que la de mis manos
haciendo jeroglíficos por tu cuerpo,
la de tus labios convirtiendo mi piel en pergamino,
faraones del deseo, herederos de Ramsés,
enviados desde la antigüedad
para recuperar la belleza perdida.
Por acercar mis manos a tu cuerpo fui Edison.
Por obra y gracia de tu presencia
pude inventar dentro de mí una luz eterna tras rozarte,
e iluminado, traté de devolver la claridad
llevando ese destello hasta tus pasos,
poniéndole bombillas al abismo.
También el deseo, esa suerte de electricidad,
tuvo su parte mágica en la historia
encendiéndonos y empujándonos a buscarnos a oscuras
para poder ver, por fin,
lo que no se puede ver sin desnudarse.
Como ves, hemos hecho historia,
inventando un nuevo mundo,
al igual que otros lo hicieron antes.
Somos personajes históricos,
los amantes de Teruel,
John y Yoko,
Cleopatra y Marco Antonio,
el Tratado de Versalles,
la caída del muro,
la llegada a la luna,
Nosotros, el hecho más relevante
que ha tenido lugar jamás
en toda la historia.