CANCIONES PARA UNA URGENCIA



¿Por qué no dejo de sentir que todavía formas parte de mi piel?
¿Por qué decides que te quieres volver loca cuando yo me he vuelto cuerdo?
¿Por qué intentamos avanzar mirando de reojo lo que pudo ser?
¿Por qué las cosas que arreglamos al besarnos las rompemos con palabras?
¿Por qué siempre que digo «adiós», el corazón me dice «inténtalo otra vez»?
¿Por qué parece que sólo nos entendemos con las luces apagadas?
¿Quién diablos sabe calcular bien la distancia que debemos mantener?
El corazón es un alumno limitado que nunca aprende.
El corazón siempre la misma asignatura para septiembre.
¿Por qué es tan raro el amor, siempre resiste mucho más de lo que dura?
¿Por qué hay cuestiones en mi piel que sólo puede respondérmelas tu piel?
¿Por qué si vuelves a mandarme algún mensaje aún se me rompen las costuras?
¿Por qué hacemos cosas que juramos que no llegaríamos a hacer?
¿Por qué si sientes lo de siempre, tus ojos me dicen ya no me haces falta?
¿Por qué si siento lo de siempre, no me atrevo a decirte «quédate»?
¿Por qué será que la felicidad ya nunca nos devuelve la llamada?
Creo que llamaré a esta canción «las cosas que no pude responder».
El corazón es un alumno limitado que nunca aprende.
El corazón siempre la misma asignatura para septiembre.
El corazón que sale a caminar con los cordones desatados.
El corazón serán los restos de un «tal vez» que no ha cicatrizado.
El corazón parece ser que está empeñado en que lleguemos tarde.
El corazón que ya está acostumbrado a caminar sobre un alambre.
El corazón…
No vaya a ser que te me vueles, igual que la pena en un bar.
Un día de estos tendremos que vernos a oscuras,
la piel no conoce otra forma para ir resolviendo las dudas.
Yo sé que solo es miedo, fantasmas de la infancia,
tú intentas arrojar tu corazón por tu ventana.
Luchar contra el deseo en plena madrugada
es como esperar que Dios conteste una llamada.
Tu piel me la regalas, el alma continúa anestesiada.
Si quieres yo te cuento las cosas que te pasan
cuando abres al amor dejando la cadena echada.
Comprobarás que todas las cosas que no hacemos
después son esas mismas cosas que echarás de menos.
Quiero follarte lento mirándote a la cara,
leer tu cuerpo en braille con las luces apagadas.
Quiero que entiendas esto si ya no entiendes nada:
“Amor” es la palabra que resuelve el crucigrama.
Un día de estos tendrás que ir bajando la guardia.
Las cosas que otros te hicieron son cosas que ya no te pasan.
No sabes bien el viento que ha de mover tu falda,
si dar un paso al frente o cincuenta hacia tu espalda.
Te digo «solo es miedo, fantasmas de la infancia,
amantes que vinieron pero no buscaban nada».
Tu piel me la regalas, el alma continúa anestesiada.
Si quieres yo te cuento las cosas que te pasan
cuando abres al amor dejando la cadena echada.
Comprobarás que todas las cosas que no hacemos
después son esas mismas cosas que echarás de menos.
Quiero follarte lento mirándote a la cara,
leer tu cuerpo en braille con las luces apagadas.
Quiero que entiendas esto si ya no entiendes nada:
“Amor” es la palabra que resuelve el crucigrama.
que a veces el amor es un insensatez,
que a veces se convierte en nuestro dueño
y ejerce de tirano una y otra vez,
ya sé que por momentos todo encaja
como un guante perfecto y todo huele bien,
pero a menudo viene con rebajas
y te tira en el arcén.
Pensábamos que el amor era solo una fiesta, nada más,
el amor era solo una fiesta, nada más,
el amor era solo una fiesta, nada más.
Que el sexo se volvía rutinario,
los celos instalando en casa su cuartel,
las ganas de pisar otro escenario
como el protagonista de Lunas de Hiel.
Volver hecho pedazos del trabajo,
deseos caducados en el neceser
y esta triste verdad que nunca encajo:
siguen sin ningún porqué.
Pensábamos que el amor era solo una fiesta, nada más,
el amor era solo una fiesta, nada más,
el amor era solo una fiesta, nada más.
Pensábamos que el amor era nuestra respuesta,
una llave maestra, ir a Nunca Jamás.
Pensábamos que el amor era solo una fiesta, nada más.
Ay, amor, me gustaría que esta vez me respondieras.
¿Por qué la pasión resuelta ser así, tan pasajera?
¿Por qué siempre encuentro amor en mal estado en mi nevera?
¿Por qué todos mis amores duran poco en cartelera?
Pensábamos que el amor era solo una fiesta, nada más,
el amor era solo una fiesta, nada más,
el amor era solo una fiesta, nada más.
Solo una fiesta y nada más, nada más, solo,
solo una fiesta y nada más, nada más, solo,
solo una fiesta y nada más, nada más, solo,
solo una fiesta y nada más,
Pensábamos que el amor era solo una fiesta, nada más.
que dispararon su desprecio en mis cristales.
Va siendo hora de cerrar algunas bocas,
va siendo hora de dejar de maltratarme.
Liquidaré primero a tres o cuatro haters,
lo haré en defensa propia, dejen de alterarse
y por si no es suficiente, man,
también me llevaré un reguetonero por delante.
Tengo un león despertando por dentro,
se avecina un domingo sangriento,
la catástrofe va a comenzar.
Tengo 5 gramos de resentimiento,
destrocé este estribillo, lo siento,
el rencor nunca fue comercial.
“Molaba más cuando vendía cuatro discos”;
“ya no es auténtico, ya nunca toca en bares”;
“no es poeta, es fruto del mercantilismo”;
Tampoco soy Kill Bill, pero hoy voy a vengarme.
Y qué decir de esos imbéciles que odian
a los que alcanzan lo que ellos ni intentaron.
Todo caballo amarrado odia al resto de caballos
que galopan por el prado.
Tengo un león despertando por dentro,
se avecina un domingo sangriento,
la catástrofe va a comenzar.
Tengo 5 gramos de resentimiento,
destrocé este estribillo, lo siento,
el rencor nunca fue comercial.
Yeah, hermano Marwán (Nach)
Son solo 5 gramos, ¿eh?
Tampoco te creas que nos afecta tanto,
pero me apetece escupirlo (suéltalo).
Espera te cuento cómo va, escucha.
El problema es que sabes quién soy, pero yo no quién eres,
un juego tan desigual. Es lo que sucede si juntas
envidiosos crueles y una red social.
Es cierto, mi resentimiento tiene 5 gramos,
me quito el bozal, porque me apetece caer bajo,
tan bajo que alcance tu nivel mental.
Un gramo va por el gracioso, el pollo más tonto de todo el corral,
tus memes tienen tanta gracia como un discurso de Santi Abascal.
Dos gramos por el subnormal que inventa mentiras para ser viral,
¿En serio? O tienes 6 años, chaval, o un grave tumor cerebral.
Tres gramos por el artista resentido, dolido por su fracaso musical,
no pagues conmigo lo que has hecho mal, amigo, fuera de mi pedestal.
Cuatro por quien va de juez y me espía, vigila hasta mi ortografía,
a su señoría le digo que vengo a potar en la mesa de su tribunal.
Cinco por el hijo puta que cuando me nombra prepara un puñal.
Mi enfado dura 6 segundos, tú serás un mierda hasta el día de tu funeral.
Por mí como si un meteorito os apunta al tabique nasal,
idiotas, que os jodan o no, me da igual, sé que el rencor nunca fue comercial.
Tengo un león despertando por dentro,
se avecina un domingo sangriento (va a haber sangre)
la catástrofe va a comenzar, (¡uh!)
Tengo 5 gramos de resentimiento (5 gramos)
destrocé este estribillo, lo siento (destrózalo),
el rencor nunca fue comercial.
Lo siento (lo siento), el rencor nunca fue comercial
(nunca fue comercial, nunca)
Lo siento, el rencor nunca fue comercial.
No, no es comercial, sé, que no es lo que quieres oír,
que no es lo que esperan de mí, que soy un poeta
y no puedo cagarme en la estampa de medio Madrid,
y eso no es comercial,
pero solo reclamo el derecho a enfadarme,
a enfadarme y poderme vengar.
Reivindico el derecho a enfadarme,
reivindico el derecho, incluso,
de patearle en el culo a cualquiera
que venga, que venga, que venga,
que venga y cometa un abuso.
No me llames iluso, no, no me llames iluso, no,
no me llames, no, no me llames, ¿Cómo?
Nach, Marwán. Sheffield time
lo bueno es saber que en tu ropa interior hay bolsas de caramelos.
Lo triste es que vivo en un túnel si no me sujeto a tu ropa,
lo alegre es tu lengua al buscarme que en vez de saliva me trae amapolas.
Lo raro es que al irse tu pelo ya no cicatriza la almohada,
normal es que cuando me miras la vida me da seis vueltas de campana.
Lo feo es la piel protestando, pidiéndote todas las noches,
lo bello es tu pecho de niña y el vaho abrazado al cristal de tu coche.
Lo fácil sería desquererse, pero ¿quién rebobina este cuento?,
difícil mirarte a la cara mientras doy pedales contra tu recuerdo.
Tú eres un beso sin rumbo y yo un corazón sin respuesta,
los dos nos quedamos sin pulso al rompernos la boca con tanta obediencia.
Y es que somos dos ángeles con sexo,
el tiempo que ahora pierdo haciendo estas canciones
es el tiempo que te debo.
Dos ángeles con sexo, dos miedos paralelos,
mi boca esta clavada en el madero de tu cuello.
Lo malo es que siempre te he dado mucho más de lo que tenía,
lo bueno es que dándote todo supe que te di lo que te merecías.
Lo triste es que no hay provisiones si estoy lejos de tus caderas,
lo alegre es tocarte el culo en un bar sin que el resto se haya dado cuenta.
Lo raro es que a estas alturas ya quiero follarte hasta el alma,
normal es querer conocer el millón de secretos que hay en tu espalda.
Lo feo es no ser insolentes como fueron Adán y Eva,
lo bello es que anoche aprendí que el kilómetro cero está entre tus piernas.
Lo fácil un charco de babas cada vez que viene tu risa,
difícil será olvidar el nombre de los bares donde tú respiras.
Tú eres un beso sin rumbo y yo un corazón sin respuesta,
los dos nos quedamos sin pulso al rompernos la boca con tanta obediencia.
Y es que somos dos ángeles con sexo,
el tiempo que ahora pierdo haciendo estas canciones
es el tiempo que te debo.
Dos ángeles con sexo, dos miedos paralelos,
mi boca esta clavada en el madero de tu cuello.
sus piernas tienen el color de las aceras,
bastante exagerada y algo bipolar,
es tan humilde y a la vez tan altanera.
La niña vieja que no acaba de crecer,
que abre sus piernas por la noche a los extraños,
la chica eterna del mantón y del clavel,
la adolescente que ha cumplido tantos años.
Ella es frenética, está corriendo siempre,
puede que un día la hayas visto madrugar,
pero de noche no hay un alma que la acueste,
se emborracha fácilmente, siempre encuentra abierto un bar.
Ella es caótica, cercana y orgullosa, te hará pensar que baila sólo para ti,
puede ser que la conozcas si te digo que su nombre es Madrid.
Ella es tan cariñosa y tan sentimental,
te acogerá, ella abre sus brazos a cualquiera,
y, aunque lo oculte, sigue siendo bipolar,
tan madridista y a la vez tan colchonera.
En ocasiones necesito serle infiel,
irme unos días, darme un tiempo de descanso,
pero al estar con otras algo empieza a arder,
y en poco tiempo voy de vuelta hacia sus brazos.
Ella es frenética, está corriendo siempre,
puede que un día la hayas visto madrugar,
pero de noche no hay un alma que la acueste,
se emborracha fácilmente, siempre encuentra abierto un bar.
Ella es caótica, cercana y orgullosa, te hará pensar que baila sólo para ti,
puede ser que la conozcas si te digo que su nombre es Madrid.
Puede ser que la conozcas, si te digo que su nombre es Madrid.
Puede ser que la conozcas, si te digo que su nombre es Madrid.
Puede ser que la conozcas…
Ella es caótica, cercana y orgullosa,
te hará pensar que baila sólo para ti,
puede ser que la conozcas, tal vez te haya enloquecido
si la viste caminando por El Rastro los domingos.
Ella es frenética, está corriendo siempre,
puede que un día la hayas visto madrugar,
pero de noche no hay un alma que la acueste,
se emborracha fácilmente, siempre encuentra abierto un bar.
Ella es caótica, cercana y orgullosa,
te hará pensar que baila sólo para ti,
puede ser que la conozcas, tal vez te haya enloquecido
si la viste caminando por El Rastro los domingos.
Puede ser que la conozcas, si te digo que su nombre es Madrid,
es Madrid.
tengo dos versiones diferentes en la piel.
Tengo dentro un hombre con alergia a la rutina
y otro que tan solo quiere estar donde tu estés.
Yo vivo en la ciudad de las contradicciones,
no tengo claro que camino elegir,
mis pasos quieren ir en varias direcciones,
dudarte tanto es otra forma de morir.
Y te quiero decir que a veces me imagino y no es contigo,
me cuesta demasiado decidir entre la soledad y el compromiso.
Y te quiero decir que a veces no sé bien si necesito
huir a otro planeta o escribir que siempre quiero huir, pero es contigo
Sabes que mi corazón es tuyo y que las puertas
importantes solo están abiertas para ti,
que la vida es solo un plagio cuando no estás cerca,
que la vida frena cuando tú no estás aquí.
Pero es que a veces se rebelan los sentidos
y se me cuelan animales en la piel.
¿Quién no ha pensado alguna vez en lo prohibido,
en escapar con una extraña hasta un hotel?
Y te quiero decir que a veces me imagino y no es contigo,
me cuesta demasiado decidir entre la soledad y el compromiso.
Y te quiero decir que a veces no sé bien si necesito
huir a otro planeta o escribir que siempre quiero huir, pero es contigo
Naciste con la cruz del pobre a la espalda, con un cartón como cojín.
Naciste y te bautizaron con hambre y te apellidaron miseria.
Naciste y estrenaste vida sin padre, naciste, esa fue tu sentencia.
Creciste viviendo la droga en la plaza, el pegamento no dio tregua.
Creciste descalzo, aunque era en el alma donde te salían las durezas.
Creciste sin más profesor que la calle, sin más ley que la de la fuerza.
Creciste y te quedó tres tallas grande lo que sucedía en la acera.
Tus sueños tenían forma de balón,
vigila tus pasos pues vendrá el escuadrón,
niño vagabundo es carne de cañón,
Meninos da rua.
Viviste teniendo sólo una alegría: el mundial que ganó Brasil.
Viviste creyendo que el destino en la vida solo consistía en morir.
Viviste con la palabra precintada, no te fiabas ni de ti.
Viviste no dejando que te pisaran; golpeaste por no recibir.
Tus sueños tenían forma de balón,
vigila tus pasos pues vendrá el escuadrón,
niño vagabundo es carne de cañón,
Meninos da rua.
Moriste a esa hora en que los gallos hacían de despertador.
Moriste y en el suelo dejaste un charco de sangre que a nadie importó.
Moriste como un niño viejo que andaba jugando a nada y perdió.
Moriste y nadie te echó en falta porque otro menino nació.
Tus sueños tenían forma de balón,
pero se pinchó el día en que llegó el escuadrón,
niño vagabundo fue carne de cañón,
Meninos da rua.
Es patético empezar otra canción diciendo: «Te voy a echar de menos»
Quédate, que a esta terminal le dan igual tus sentimientos,
cuando hace falta nunca retrasan los vuelos.
Me sientan tan mal los aeropuertos…
Y yo, carita de tonto, alérgico a todo cuando tú te vas.
Y siempre acabo pensando quizás debería cuidarte algo más…
Si quieres, subimos a casa y salvamos el mundo
y nos decimos lo importante sin hablar.
Si quieres, cortamos la calle y en sólo un segundo
le arranco el pasado al sofá.
Si quieres, pasamos el día rodando en la alfombra
Y en Madrid, cuando se hace de noche y me falta tu cuerpo,
viene sin permiso protestando el invierno
y mis dedos preguntan dónde te has metido;
y el parqué echa a temblar cuando pienso en las dudas en las dudas
que siempre has tenido, que siempre has tenido.
Y yo, carita de tonto, alérgico a todo cuando tú te vas.
Y siempre acabo pensando quizás debería cuidarte algo más…
Si quieres, subimos a casa y salvamos el mundo
y nos decimos lo importante sin hablar.
Si quieres, cortamos la calle y en sólo un segundo
le arranco el pasado al sofá.
Si quieres, pasamos el día rodando en la alfombra.
Si quieres facturo el invierno y te saco de golpe febrero de aquí.
Si quieres repito contigo esas noches que no se podrán repetir.
Si quieres te pinto en el aire un abrazo gigante y detengo el avión.
Si quieres le cambio el horario al destino matando de un beso al reloj.
a entender que el miedo es el motor que mueve a media humanidad.
Y he tardado solo un segundo en entender que la bondad
es la ideología que este mundo necesita acariciar.
Y esa es la ecuación de estos tiempos,
esa es la ecuación de estos tiempos,
esa es la ecuación.
Una boca estalla, ya no hay otro dios,
no hay más luz, no hay playas
para aquellos que huyen buscando un mundo mejor.
Ese muro que nos crece dentro y rodea la ciudad
es la religión de nuestros tiempos y se llama soledad.
He pasado el tiempo preocupado por gustarle a los demás,
confundiendo cada día el éxito con la felicidad.
Y esa es la ecuación de estos tiempos,
esa es la ecuación de estos tiempos,
esa es la ecuación.
Una boca estalla, ya no hay otro dios,
no hay más luz, no hay playas
para aquellos que huyen buscando un mundo mejor.
Mejor no decir su nombre,
quizás hoy esté escuchando.
Mi alma aún estaba en boxes
y a ella le pesaban tanto
los abrazos que le dieron ninguna noche.
Dando un navajazo al tiempo,
tras tomar algunas copas,
me jugaré un beso en su boca,
pondré bajo llave al miedo
y comprobaré de nuevo
que los labios del pecado
abren mil veces más puertas
que los besos que no has dado.
Ella me hará alunizar a la hora de la siesta
y yo cambiaré aquellas lunas por canciones como esta.
Y aunque con abolladuras rescataré su corazón
del cubo de la basura, del cubo de la basura.
Pero ella querrá algo más
y yo nunca supe dar promesas,
que no hay un corazón que sepa andar
cuando lo golpea la exigencia.
Pero ella querrá algo más
algo que durara para siempre
y no sé si podré dar algo más
que un amor eterno de tres meses.
El placer pasará de largo, pero el tren de la rutina
parará para encontrarnos a la vuelta de la esquina
“Yo te juro que te quiero” sin pensar, diré un mal día,
pero cuando miro a otras sólo veo ocasiones perdidas.
Esto que os he contado ya veis como acabará,
pero afuera nos esperan un millón de flores más.
Y aunque con abolladuras sacarán mi corazón
del cubo de la basura, del cubo de la basura.
Y quizás no quieran más
y comprendan que pedir promesas
es igual de absurdo que intentar
conquistar a una camarera.
Y quizás yo di algo más
todo lo que no he dado otras veces.
Y puede ser que aprenda a sumar
al amor eterno algunos meses.
La conocí el próximo verano,
mejor no decir su nombre
quizás hoy esté escuchando
cruzará en mi pecho la palabra «tarde»,
si algún día doy conmigo otra vez.
Y buscaré la adolescencia que no tuve por los bares,
llamaré y te colgaré sin contestarte,
si mi ropa no te deja de querer.
Te robaré el mes de abril justo antes de marcharme,
tendremos que hacer pie en la piscina del desastre.
Yo me llevaré la acera de tu calle
y en otra habitación me olvidaré las llaves.
Y aunque tú quieras querer y yo sea quien me marche
le hablarás a tus amigas del cabrón al que dejaste.
¿Y ahora quién podrá entender? ¿Y ahora quién coño va a ser
mi otro cuerpo, mi otra piel, mi equilibro, mi equipaje?
¿Quién será Penélope cuando este tonto se vaya de viaje?
¿Quién va a ser mi playa en Madrid, mi chica rapada,
quién en la boca queda besos sin pedir,
mi copa rota, mi próximo verano y mi herida?
¿Quién va a ser mi paracaídas?
¿Quién va a ser mi paracaídas?
Le explicaré el fuera de juego a mis nuevas amantes.
Como ya hice contigo mucho antes, buscaré a la maga en otro café.
Se rallará esta canción de cantarla tantas veces,
trataré de no escuchar si vuelvo a cantar Noviembre,
manchas de carmín, subirme a nuevos trenes,
mi barba arañará la piel de otras mujeres.
Ya ves, yo esperaré que vuelvas a un concierto,
vestirse a toda prisa tras fundirse en otros cuerpos.
¿Y ahora quién podrá entender? ¿Y ahora quién coño va a ser
mi otro cuerpo, mi otra piel, mi equilibro, mi equipaje?
¿Quién será Penélope cuando este tonto se vaya de viaje?
¿Quién va a ser mi playa en Madrid, mi chica rapada,
quién en la boca queda besos sin pedir,
mi copa rota, mi próximo verano y mi herida?
¿Quién va a ser mi paracaídas?
¿Quién va a ser mi paracaídas?
Si tú eres mi paracaídas.
media vida persiguiendo cosas que nos hacen daño,
cuesta demasiado darse cuenta
y lo que más cuesta después es deshacer el desengaño,
cuesta entender que la persona que te hiere
sea la misma a la que estás necesitando.
Cuesta, la vida cuesta…
Cuesta confiar en el amor, volver a aquel fotomatón,
saber que no me estás buscando.
Cuesta comprender que hay ciertos trenes,
ciertas pieles, ciertas bocas que no acaban regresando.
Cuesta no escuchar al corazón cuando el pasado aparece
arrepentido por tu barrio.
Cuesta, la vida cuesta…
Cuesta comprender que nos pasamos
media vida persiguiendo cosas que nos hacen daño.
Y que perdonar a quien te daña
es la única terapia que te acabará curando.
Cuesta entender nuestro pasado,
fuimos el amor correcto en el momento equivocado.
Cuesta, la vida cuesta…
Cuesta confiar en el amor, volver a aquel fotomatón,
saber que no me estás buscando.
Cuesta comprender que hay ciertos trenes,
ciertas pieles, ciertas bocas que no acaban regresando.
Cuesta no escuchar al corazón cuando el pasado aparece
arrepentido por tu barrio.
Cuesta, la vida cuesta…
y encuentro tanta gente hundida en la contradicción,
sonrisas de Instagram® con tanta pena en su interior,
fragmentos de poemas míos en la Super Pop.
Y quién coño soy yo,
si todos tienen miedo a la palabra cantautor,
las radios venden música enlatada al por mayor,
me dice un productor “Marwán, te falta un reggaeton”.
Nunca cambiaré
hace siglos ya lo dijo el escritor:
«quien se pone precio pierde su valor».
No me rendiré,
tengo el corazón de un viejo boxeador
que cayó 1000 veces y se levantó
y entendió que eso era ser un campeón.
Vi la tentación, el oro, los laureles, los aplausos, la ovación,
amigos que te quieren mientras dure tu canción,
creí ser especial, que yo era el hombre del millón.
Y aquí está la lección:
el éxito es tan solo anestesia ante el dolor,
el ego es solo un niño herido que nunca creció,
un niño que confunde el amor con la atención.
Nunca cambiaré
hace siglos ya lo dijo el escritor:
«quien se pone precio pierde su valor».
No me rendiré,
tengo el corazón de un viejo boxeador
que cayó 1000 veces y se levantó
y entendió que eso era ser un campeón.
tu risa es una bomba que no sé desactivar,
hablar de amor contigo es encerrarse en una noria,
querernos es subir a un tren que nunca va a arrancar.
Tenías el cordón yo solo era la peonza,
así entendí que nadie sale intacto del amor.
Cansado de que no pusieras nombre a nuestra historia
me fui a ninguna parte a terminar esta canción.
Y hoy ya no escribo la vida en renglones torcidos,
prefiero quedarme conmigo,
prefiero un punto y aparte
a que vuelvan a darme puntos suspensivos.
Mejor olvidarse del ruido,
cada uno en su propio camino
habrá que apuntar en la agenda
los sueños pendientes que nunca cumplimos.
Amor es solo un juego donde solamente acierta
quien abre el corazón para que dos puedan entrar.
No hay nada más terrible que una puerta entreabierta
que nunca abre del todo ni se atreve a cerrar.
Me fui porque quererte era un deporte peligroso,
se parecía demasiado a la soledad.
No sé si acerté, pero sí sé que poco a poco
mi vida empieza a parecerse a la felicidad.
Y hoy ya no escribo la vida en renglones torcidos,
prefiero quedarme conmigo,
prefiero un punto y aparte
a que vuelvan a darme puntos suspensivos.
Mejor olvidarse del ruido,
cada uno en su propio camino
habrá que apuntar en la agenda los sueños pendientes.
Me fui porque el amor era un manual sin instrucciones
y tú y yo dos piezas imposibles de encajar.
Me fui a refugiarme entre mi pena y mis canciones,
me fui porque en tu cama no podíamos soñar.
Y ya no escribo, y ya no escribo.
Ya no escribo la vida en renglones torcidos,
prefiero quedarme conmigo,
prefiero un punto y aparte
a que vuelvan a darme puntos suspensivos.
Mejor olvidarse del ruido,
cada uno en su propio camino
habrá que apuntar en la agenda los sueños pendientes
que nunca cumplimos,
que nunca cumplimos.
para una piel que despedirse de otra piel.
Conviene saber que lo único que debes aprender
es que vinimos a aprender.
Conviene saber que tu próxima vida no está asegurada,
apaga la pantalla ahora mismo y saca a tu novia a bailar.
Conviene saber que no hay corazones inmunes a la madrugada
cuando el cuerpo te pide otra piel que poder abrazar.
Conviene saber que la pasión cuando se amansa aburre un poco,
mejor saberlo antes de embarcar.
Conviene saber que todos mis demonios duermen si te toco
y esa es la distancia más corta a la felicidad.
Conviene saber algo de la locura
y tener siempre un buen plan de fuga.
Conviene saber del error y la duda
y del tiempo que mata y que cura,
conviene saber que el amor no es sencillo,
pero es lo más puro que vas a encontrarte,
que aquí todos tienen su brillo,
que nunca jamás nadie debe apagarte.
Conviene saber también perder
porque has de ver que en esta vida no siempre se gana.
Y pa’ crecer debes saber hallar tu ser
y no tener miedo a morder la manzana.
Conviene saber que hay personas
que mienten, roban y traicionan
y otras que humildes vienen y perdonan
llevando el amor como una corona.
Conviene saber que en este mundo hay demasiados gilipollas,
amigos que es mejor no conservar.
Conviene saber que hay gente que ama solo el éxito y las joyas
y señores que al ver un buen culo no pueden pensar.
Conviene saber, y no lo olvides, no hay mujer que tenga dueño,
es una flor, no es una propiedad.
Conviene saber que, aunque jamás nos lo dijeran de pequeños,
el amor es el único juego en el que hay que empatar.
Y aunque solo somos tiempo, aunque solo somos tiempo,
hermano agarra este momento y hazme un monumento,
aunque solo somos tiempo, aunque solo somos tiempo,
aunque solo somos tiempo.
Conviene saber que no hay adulto sin su colección de espinas,
todos tenemos cosas que olvidar.
Conviene saber que nada escuece más que un disco de Sabina
y a la vez solo esas canciones te pueden curar.
Conviene saber, y no lo olvides, no hay mujer que tenga dueño,
es una flor, no es una propiedad.
Conviene saber que, aunque jamás nos lo dijeran de pequeños,
el amor es el único juego en el que hay que empatar.
seis palacios esperando a que vuelvas,
veinte tardes de domingo diseñadas para ti
y un ejército de besos en la puerta.
Tengo todas las palabras que no dije en el salón,
las ciudades donde nunca fui contigo.
¿Quién no tiene mil promesas cuando ya no queda opción?
¿Y quién cumple al final lo prometido?
Mala idea es abrir el corazón cuando viene a por nosotros el olvido
¿Cómo hacer que vuelvas? Si la urgencia que ahora siento por tu boca
durará dos bailes y se marchará cuando el suelo esté cubierto con tu ropa.
¿Cómo hacer que vuelvas si ayer eché a patadas a Cupido?
Y hoy me muero por volver a respirar todo el aire que atraviesa tu vestido.
¿Cómo hacer que vuelvas?
Y es normal que no me creas si tan solo empiezo a arder
cuando mi contestador está vacío.
Siempre quiero ir a la luna cuando ya ha pasado el tren,
cuando siento que la nave ya ha partido.
Y no hay forma de explicarlo ni tampoco de entender
que si no es difícil nunca va conmigo.
Siempre suelo complicarlo,
cada vez que tengo sed lo que no tengo es valor de abrir el grifo
Mala idea es abrir el corazón cuando viene a por nosotros el olvido
¿Cómo hacer que vuelvas? Si la urgencia que ahora siento por tu boca
durará dos bailes y se marchará cuando el suelo esté cubierto con tu ropa.
¿Cómo hacer que vuelvas si ayer eché a patadas a Cupido?
Y hoy me muero por volver a respirar todo el aire que atraviesa tu vestido.
¿Y cómo rebobinar? ¿Cómo vas a volver
si al subir al tren yo siempre descarrilo?
¿Cómo rebobinar? ¿Cómo vas a volver
si jamás te he dado más de lo que pido?
¿Cómo hacer que vuelvas?
¿Cómo hacer que vuelvas? Si la urgencia que ahora siento por tu boca
durará dos bailes y se marchará cuando el suelo esté cubierto con tu ropa.
¿Cómo hacer que vuelvas si ayer eché a patadas a Cupido?
Y hoy me muero por volver a respirar todo el aire que atraviesa tu vestido.
¿Cómo hacer que vuelvas?
supiste claramente que estabas ante un hombre destruido.
Me va la mala suerte, me engancho fácilmente
a historias que jamás tendrán sentido.
Si tú eres como yo, vente conmigo.
Rompimos la ciudad, quemamos el Berlín,
«Soy la reina del Jäger» -me dijo, «hoy no vas a dormir».
La noche nos siguió borracha por Madrid
y en su piso alquilado de Atocha empezó el porvenir.
Amor por accidente, saltando por los puentes,
jugando a lo imposible y lo prohibido.
«No juegues a quererme» -me dijo de repente;
se fue al martes siguiente sin motivo;
se fue dejando a medias al destino.
Rompimos la ciudad, quemamos el Berlín,
«Soy la reina del Jäger» -me dijo, «hoy no vas a dormir».
La noche nos siguió borracha por Madrid
y en su piso alquilado de Atocha empezó el porvenir.
Y 10 años después, sentado en el Berlín,
creí escuchar su voz, «me alegra verte aquí».
Volvimos a bailar igual que aquella vez,
«volvamos a empezar, pide otro para mí».
Rompimos la ciudad, quemamos el Berlín,
«Soy la reina del Jäger» -me dijo, «hoy no vas a dormir».
La noche nos siguió borracha por Madrid
y los gatos maullaron cuando la empecé a desvestir,
y la luna a los pies de su cama se puso a dormir,
y en su piso alquilado de Atocha empezó el porvenir.
gente buena porque sí, corazón en la cabeza.
¿Dónde están? ¿Cómo hacer que suceda?
¿Dónde están? Ya no sé la respuesta.
Necesito un país que se arranque la tristeza,
algo menos de rencor, algo de delicadeza.
¿Dónde están? ¿Cómo hacer que suceda?
¿Dónde están? Ya no sé la respuesta.
Necesito un país sin codicia ni muros,
que sepa entender que no puede prohibir el futuro,
un país para todos que piense en la gente,
que olvide los ceros que hay en su cuenta corriente.
Un país que no tenga espinas,
un país que solo se inclina ante la belleza de un hombre
que ayuda a otro hombre y le dice que puede llegar a lugares
que ni siquiera imagina.
Necesito un país en las calles, un país que no falle
cuando la revolución que soñamos estalle,
y que no se desmaye y que siempre subraye
que la vida está cerca y se huele en el aire.
Un país que te empuje a que cumplas tus sueños,
sin señores que piensen que son nuestros dueños
que te hagan sentir tu valor y que no te retuerza,
que imponga el sentido común pero no por la fuerza.
Necesito un país contigo, un país conmigo,
un país que no diga nos hemos rendido
un país de gente sensible, un lugar apacible,
que sea realista, pero sueñe lo imposible.
Un país que nos mire con ojos de niño
y que al vernos llorar sepa hacernos un guiño.
Necesito esto, un país despierto
con el puño bien cerrado pero el corazón abierto.
¿Dónde están? ¿Cómo hacer que suceda?
¿Dónde están? Ya no sé la respuesta.
Necesito un país que se arranque la tristeza…
A veces me desvío y no, no sé cómo volver,
pero es sólo un momento.
Yo no sé que será de mí, mejor dejar afuera el tiempo
que me acojona conseguir las cosas que soñé
por si tuerce el cuento.
Si quieres verme junto a ti déjame ser parte del viento,
si quieres verme junto a ti lo quiero hacer sin documentos.
Traes la alegría irracional de un gol en tiempo de descuento,
si me preguntan por mi hogar las señas que daré son las de tu cuerpo.
Antes de ti, mi habitación, antes de ti, solo un desierto
desde que duermes junto a mí, mi dormitorio da a frente al mar adentro.
Si quieres verme junto a ti déjame ser parte del viento,
si quieres verme junto a ti lo quiero hacer sin documentos.
No hay vida porque no hay porvenir, no hay vida porque se ha vuelto odiosa.
Tu vida ya no es tuya, oh shit, tu vida se calló por la borda,
limpiando mierda en otro país a dos euros 50 la hora
Viviendo en los márgenes di, ¿cómo cumplir la ley si no hay forma?
Soñar es gratis, claro que sí, la vida nunca, fin de la historia
Si ya no queda pan que engullir, si suena el timbre y es la derrota,
si el ser humano es un souvenir, no es vida, tal vez sea otra cosa.
Hoy, en el telediario de las tres tu barrio se partió por la mitad,
así pasa la vida en los márgenes de este mundo.
Hay personas invisibles, ya lo sé, porque ninguno las quiere mirar,
así pasa la vida en los márgenes de este mundo.
Los callos en los dedos, los problemas, un enorme imán,
la impotencia en los ojos y la rabia entre los puños,
viviendo bajo cero con el alma llena de alquitrán
obedeciendo a aquellos que crecieron sin rasguños.
Si la marea nos traga siempre hay fuerzas para protestar,
por eso la marea trae una placa y nos hace callar,
agotados ángeles, resistiendo en los márgenes,
lejos de estas cárceles espera nuestra dignidad.
Padres que están destinados a ser guerreros,
madres que se arrodillan tan solo a fregar el suelo,
obreros del hormiguero, el despertador obliga
y qué hacer para cerrar cada herida si no hay dinero.
Moviéndonos deprisa, avanzando despacio,
nuestra canción no suena en el salón de su palacio,
el resto disimula si siente nuestro cansancio
por la pobreza, por el racismo, por el desahucio.
Lo llaman vida, pero vida es otra cosa,
lo llaman vida, a veces la vida es odiosa.
Nos tapan la boca y nos colocan sus esposas,
¿desde cuándo la furia fue silenciosa?
Hoy, en el telediario de las tres tu barrio se partió por la mitad,
así pasa la vida en los márgenes de este mundo.
Hay personas invisibles, ya lo sé, porque ninguno las quiere mirar,
así pasa la vida en los márgenes de este mundo.
cartel de cerrado en el paraíso,
el corazón me pide una tregua,
la luz de reserva se encendió,
tu cuerpo es la fiesta a la que nadie me invitó.
Hoy me he preguntado lo que me diría el edredón,
¿qué fue de esa chica? Se apellidaba decepción…
Y yo me pregunto: ¿cómo se baja el telón
en una historia que ni siquiera comenzó?
Siempre tengo sueños sencillos con mujeres complicadas,
veo el amor con la visión deteriorada,
del que lo tuvo todo y luego lo perdió.
Soy experto en echar leña sobre hogueras apagadas,
no sé aceptar que hay ciertas cosas que se acaban.
Quinientas preguntas flotando por la habitación,
quinientas versiones sobre una misma discusión,
quinientos escotes que no me alivian el dolor,
quinientas respuestas necesitaba, y tuve dos.
Quinientas las veces en que no supe decir «no»,
quinientas las noches malhumorado en el salón,
quinientos reproches forman la guerra entre tú y yo,
quinientas te dije que me mintieras, por favor.
Siempre tengo sueños sencillos con mujeres complicadas,
veo el amor con la visión deteriorada,
del que lo tuvo todo y luego lo perdió.
Soy experto en echar leña sobre hogueras apagadas,
no sé aceptar que hay ciertas cosas que se acaban,
que se acaban.