septiembre 7, 2020
Arqueología

Mirar al pasado.
No como un modo de rompernos nuevamente
ni en la búsqueda de repetir lamentos.

Mirar al pasado para ir recogiendo pedazos de nosotros,
en una labor tranquila,
como un arqueólogo de las emociones,
que juntando restos
trata de formar el puzle del entendimiento.

Y poder así comprender poco a poco
el error originario,
el epicentro que nos trajo este dolor,
aquella angustia.

No conozco otra manera de crecer que equivocarse
y hacer después, humildemente,
una buena labor de arqueología.

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